Cómo gestionar incompetentes (Parte 3)

Esta es la tercera y última entrada de la serie «Cómo gestionar incompetentes» en las que te estoy contando lo que supone para una empresa tener incompetentes en sus filas.

En la primera parte te conté cómo identificarlos y cómo detectarlos. Y en la segunda parte te hablé de los distintos modos de evitarlos. Que te invito a que les eches un vistazo, si te apetece, antes de continuar con esta tercera parte, y así podrás entender mejor algunos comentarios.

En cualquier caso, ahora te voy a explicar posibles soluciones que puedes tomar para el caso de que ya tengas algún incompetente entre tus filas, ya sean reales o sólo una percepción.

 

CÓMO SOLUCIONAR LA INCOMPETENCIA

Bueno, dando por sentado que existen altas posibilidades de que en una empresa van a existir incompetentes, reales o de percepción, y que éstos pueden llegar ya sea porque se han colado en la selección o porque los hemos convertido una vez que están ya dentro, lo único que podemos hacer es intentar solucionarlo, ¿no?

Y soluciones hay unas cuantas, pero de lo que se trata primero es de ser capaces de detectar si es un problema real o si solo nos lo parece. Y seguidamente intentar aplicar el que nos parezca más adecuado.

Piensa que bastante fastidio es ya tener que poner solución a cualquier problema, así que lo que hay que intentar es que el coste sea el menor para la empresa.

Así que veamos cuáles son estas posibles soluciones a los motivos que creo que pueden ser los principales o más habituales.

 

Motivo: En realidad no son profesionales del puesto que están ocupando

Esto puede ocurrir por muchas razones, o bien porque el trabajador es un conocido o recomendado, o porque está desesperado por encontrar trabajo y se agarra a cualquier puesto aunque en realidad está preparado para otras funciones.

Algo muy habitual también es que el trabajador esté sobrecualificado para el puesto y el entrevistador vea una oportunidad de poner en un puesto de categoría inferior un trabajador que por sus cualidades «debería» funcionar de maravilla.

 

Posible Solución: Está claro que quien deba hacer la selección debe tener muy claros los objetivos de la empresa y sobre todo los objetivos del puesto a cubrir. Así se podrían evitar la mayor parte de los errores comentados.

Pero si aún así se han cometido, la solución pasa por hablar con el trabajador y realizar esfuerzo en formación por ambas partes (trabajador y empresa), y también podría ser valorar la posibilidad de cambiarlo de puesto a uno más acorde a su realidad, pues no sería la primera vez que el trabajador más incompetente de una empresa se convierte en el más eficaz sólo por haber sido cambiado de puesto.

 

Motivo: No han recibido la formación adecuada o ésta fue escasa

Esto suele ser bastante habitual cuando la empresa contratante es pequeña o no está organizada con miras de crecimiento. Aunque también pasa cuando se ha dado por sentado que como el trabajador dice que sabe hacerlo en realidad sabe.

De todas formas suele ser verdad cuando el trabajador dice aquello de «esto a mí no me lo han enseñado», que como mínimo debería darte pistas de parte del motivo.

Posible Solución: Lo primero y más importante es que todos los puestos, desde el más básico y hasta el más importante, deben de tener una formación mínima suficiente como para que cualquier nuevo trabajador después de haberla realizado sea capaz de ejecutar sus funciones sin problemas.

Lo siguiente es no dar nada por sentado y que por muy profesional que sea el nuevo trabajador en las funciones a desempeñar, siempre hay que tener presente que en cada empresa es posible que se ejecuten las tareas con algunos cambios que el nuevo empleado no tiene por qué conocer.

 

Motivo: Falta de motivación

Los motivos pueden ser infinitos, desde problemas personales fuera del trabajo, hasta temas relacionados con sus compañeros, jefes, condiciones, etc.

Posible Solución: Parte importante de la labor de un jefe es ejercer un poco de psicólogo, y hay que escuchar al personal porque sólo así podemos descubrir su nivel de satisfacción.

Reúnete con él e intenta descubrir a qué se debe esa desmotivación, pues cuanto antes se solucione antes actuará el trabajador de forma más eficiente.

Valora la posibilidad de observar al responsable del trabajador e incluso a los compañeros para el caso de que el trabajador insista en que todo va bien. Pues podría ser que no hablase por miedo a represalias.

 

Motivo: El trabajador no tiene claras las funciones de su puesto

Lo más habitual es que quien lo ha seleccionado o formado ha dado por sentado que el trabajador había entendido perfectamente todo y no se ha preocupado de comprobarlo.

Ten en cuenta que muchas veces los nuevos trabajadores en su afán de parecer más «listos» o preparados, hacen ver que han comprendido cosas a la primera cuando en realidad no es así.

Posible Solución: Todos los puestos de trabajo deben tener un documento explicativo con las funciones específicas del mismo y cómo deben desarrollarse.

Y los seleccionadores, formadores o responsables directos del trabajador deben de haber confirmado que el trabajador entendió todo lo que tiene que hacer.

 

Motivo: El trabajador no tiene claros los parámetros que determinan la eficacia de su labor

Puede ocurrir que se le haya explicado perfectamente cuál es su labor, pero que nadie haya pensado en contarle qué se espera de él y cuales son los resultados mínimos que debe lograr en cada circunstancia de sus funciones.

Posible Solución: Al igual que en el punto anterior, debería haber un documento con la información necesaria de los resultados en cantidad, calidad y tiempo que debe lograr el trabajador. Pues si éste no sabe cuánto ha de hacer cualquier resultado le resultará suficiente y sin embargo a la empresa puede parecerle ridículo.

 

Motivo: Su responsable directo da órdenes confusas o erróneas

Esto es más difícil de identificar porque normalmente se da por sentado tanto la responsabilidad del responsable del trabajador como que tiene bien claros cuáles son los objetivos y resultados que se esperan.

Suele ser un problema de comunicación, en el que al trabajador no se le han dejado claros los parámetros de sus funciones y de los resultados que debe cumplir, porque de tenerlos se identificaría rápido el problema.

Y del mismo modo se puede haber omitido dar información al responsable sobre lo que se espera del trabajador.

Posible Solución: Es fundamental que los responsables de equipos tengan muy claras las condiciones de cada uno de los trabajadores a su cargo, sobre todo cuando no son ellos los que realizan la selección.

Hay que hacer seguimiento no solo de los trabajadores, sino también de los jefes y encargados. Pues todos son personas y también se pueden equivocar.

Debe ser habitual para una organización el hacer una valoración del responsable de un trabajador cuando éste da claros síntomas de ineficacia.

 

Motivo: Consideran que las condiciones laborales o económicas son injustas

La razón más habitual es que en la selección no se le dejó del todo claras las condiciones o se pasaron muy por encima.

Y también podría ser que por diversas circunstancias la empresa haya tenido que cambiarlas y el trabajador no esté de acuerdo.

Posible Solución: Primero de todo es revisar las condiciones que se ofrecen si es que el problema ocurre con muchos de los empleados.

Por lo demás, no hay muchas soluciones. Está claro que hay que explicar muy claramente las condiciones en el momento de la selección para que después no haya mal entendidos que acaben suponiendo costes extras para la empresa.

Se puede intentar hablar con el empleado y llegar a algún tipo de acuerdo de mejora de las condiciones de alguna manera. Ya sea en reducción de horarios, comisiones por objetivos o cualquier otro medio de mejora.

Y si tu postura es inamovible y la del trabajador también, sólo hay una opción…

 

Motivo: Creen que en realidad no se puede cumplir con lo que se les exige

Debido normalmente a que nadie le ha demostrado que es posible realizarlo, ni durante la formación, ni tampoco el mentor responsable del trabajador.

Esto también suele ser evidencia de que el trabajador no es todo lo profesional del puesto que se supone.

Posible Solución: La única solución pasa por demostrar que sí que se puede hacer. Y esto debería estar como norma en las formaciones.

 

Motivo: No son incompetentes pero su responsable hace que lo parezcan

Que ocurra esto suele ser debido a que el incompetente en realidad es el responsable.

Posible Solución: Como dije en un punto anterior, a los responsables también hay que evaluarlos periódicamente, pues las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento para cualquier persona y el que hoy es perfecto como trabajador mañana puede ser un desastre.

Recuerda que un incompetente no tiene por qué ser un trabajador de base. También hay responsables que se anotan los logros de sus subordinados para ganar puntos ante sus jefes.

 

Motivo: Las herramientas que se le han facilitado no son las adecuadas

Más que inadecuadas suele ser que no sepa usarlas, que estén desfasadas, incompletas o rotas.

Posible Solución: Esta es de las fáciles ¿no?. Si el problema es que no sabe usarlas, me remito de nuevo a la formación.

Para lo demás, sólo queda hacer inversión y reponer lo necesario.

 

CONCLUSIÓN

Como conclusión sólo puedo desearte que nunca llegues a tener incompetentes en tu empresa, que intentes siempre aplicar las medidas necesarias para que todos los que formen parte de tu negocio sea gente capaz y dispuesta a dar lo mejor de sí mismos.

Y si tuvieses que llegar a poner soluciones en algún momento, no te lo tomes como un fastidio, percíbelo como un modo de mejorar para el futuro, pues todo en tu día a día forma parte del aprendizaje para el éxito.

Y hasta aquí esta serie de artículos que espero que te hayan servido o te puedan servir mucho algún día.

 

Hasta la próxima.

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