Un día productivo perfecto es aquel que cuando llegas a tu casa al final de la jornada, te sientes totalmente satisfecho con lo que has hecho y con lo que has conseguido. Estás además convencido de que vas directo hacia el cumplimiento de tus objetivos. Y tienes una sensación de total control sobre el trabajo que tienes por delante.
Los días productivos son esos, en los que tu estado es cualquiera menos el de estresado. Y la percepción es parecida a la que tienes cuando vas a enfrentarte a algo que realmente controlas. Sabes lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo y, además lo has visualizado.
¿Pero qué es la productividad?
¿QUÉ ES LA PRODUCTIVIDAD?
La definición estándar podría ser algo así como:
«La productividad es ser capaz de generar mayores resultados en la actividad a realizar, con el menor esfuerzo y en la menor cantidad de tiempo posible».
Evidentemente, se puede ser productivo con cualquier tipo de actividad. No es necesario que esta haya de ser siempre importante.
Incluso fregando platos puedes llegar a ser productivo.
Y teniendo esto en cuenta, la siguiente afirmación también podría servirnos como definición extra:
«Ser productivo significa hacer lo que quieres -o tienes que- hacer y que te salga como tú habías planificado o incluso mejor.
Lo que desde luego NO es la productividad es generar mayores resultados a cambio de haber tenido que dedicar más tiempo.
Y desde luego, para medir la productividad primero habremos de marcar qué queremos conseguir.
PERO, ¿PARA QUÉ QUERRÍA ALGUIEN SER MÁS PRODUCTIVO?
Querer mejorar el nivel de productividad suele deberse a una cuestión de ambición o de ética profesional. No podemos fijarnos entonces, en las personas que se toman su trabajo bajo el simple prisma de cumplir con su horario y no tienen la más mínima motivación por aportar nada que pueda ayudar a mejorar.
Las personas que son productivas planifican y no van acelerados por el mundo. Trabajan bajo un sistema y esto les permite obtener mejores resultados.
Y son las personas que sí están motivadas por mejorar y crecer, las que buscan con más ahínco aumentar su productividad. Pues como mínimo esto es lo que les va a reportar:
- Disfrutar de la agradable sensación que te queda después de haber realizado con éxito la tarea planificada. Sobre todo si la has logrado con menos esfuerzo o en menos tiempo.
- Ser capaces de generar más trabajo sin la necesidad de estar más horas ocupados.
- Abarcar nuevos proyectos.
- Crecer profesionalmente.
- Tener control sobre sus trabajos y sus vidas.
¿QUÉ SE NECESITA HACER, SABER O TENER PARA DISFRUTAR CONTINUAMENTE DE DÍAS PRODUCTIVOS PERFECTOS?
Para que la mayoría de tus días sean perfectos productivamente hablando, lo primero de todo que has de hacer es QUERER.
Sí efectivamente, ser productivo es una cuestión de actitud, y sólo si tienes una postura pro-activa hacia el ser productivo podrás lograr serlo y disfrutar de las agradables sensaciones que ello produce.
En cualquier caso, para ser productivo se requiere de unas condiciones mínimas:
- Tener unos objetivos claros y bien definidos.
- Manejar un eficiente sistema de gestión del tiempo.
- Planificar. No dejar nada al azar.
- Crear sistemas y protocolos de actuación para tu gente o empresa.
- Dedicarte principalmente a realizar tareas que te lleven directamente al cumplimiento de tus objetivos.
Voy a definirlos con más detalle:
1- Tener los objetivos claros y bien definidos
Tener objetivos es básico para poder medir la productividad. Pero tenerlos perfectamente definidos es imprescindible para poder lograrlos.
No puedes tener claridad a la hora de planificar qué has de hacer, si los objetivos son ambiguos o sólo están expresados como un sueño. Han de ser lo suficientemente nítidos como para que al leerlos no tengas dudas de qué ha de pasar para que se den como cumplidos.
Para definir los objetivos, el sistema más famoso y el que a día de hoy a mí me parece más efectivo es el denominado SMART, que convierte los deseos en: eSpecíficos, Medibles, Alcanzables, Realistas y limitados en el Tiempo.
2- Utilizar un eficiente sistema de gestión del tiempo
Desde mi punto de vista, el quid de la productividad está en usar las herramientas perfectas para cada trabajo. Y una de ellas es sin duda un buen sistema de gestión del tiempo.
Para mí, el mejor sistema es aquel que te permite concentrarte al 100% en lo que tengas que hacer. Y para ello es fundamental no tener nada en tu cabeza que te esté rondando y molestando.
Existen sistemas, que mediante una serie de hábitos te ayudan con este proceso. Te permiten un elevado control de las tareas que hayas de realizar, y te habilitan el poder determinar con muchísima más claridad cuales son las tareas más importantes a realizar y cómo priorizarlas.
En próximas entradas hablaré de los que para mí los mejores sistemas de gestión del tiempo.
3- Planificar
Si no planificas, todo queda al azar y tienes cualquier cosa menos control.
Planificar te permite poder tomar decisiones en el corto, el medio y el largo plazo y te aclaran el camino que has de tomar.
Sin planificar también podrías lograr los objetivos. Pero planificando los lograrás con menor esfuerzo y sin estrés.
Si planificas, el control lo tienes tú, no lo olvides.
4- Crear sistemas y protocolos de actuación para tu gente o tu empresa.
Debes dejar claras las pautas de actuación para cada uno de los procesos que deban realizarse, y estos deben estar por escrito para asegurar la perfecta ejecución.
Es decir, cada una de las personas que trabaja para ti o contigo, ha de tener muy claro qué ha de hacer en su trabajo y ante las posibles situaciones que puedan aparecer. Fíjate sino en las grandes empresas y franquicias, en las que toda tarea está definida bajo un sistema escrito.
Esto verdaderamente lleva mucho trabajo por tu parte, pero una vez que lo tengas realizado, podrás permitirte el lujo de no tener que estar presente. Y ya no te molestarán con temas que podrán solucionar sin tu ayuda.
Piensa además en la cantidad de tiempo que pierdes solucionando situaciones que podría perfectamente resolver cualquier otra persona, si tan sólo se le diera el sistema para hacerlo.
Hazme caso, si aún no tienes los sistemas y protocolos de actuación creados para tu gente, ve planteándote en serio el implantarlos. Pues este es de esos proyectos estratégicos importantes que tienes que llevar a cabo para lograr el verdadero éxito de tu empresa y el tuyo como persona productiva.
5- Dedicarte principalmente a tu trabajo. ¡DELEGA!
Tu trabajo consiste en pensar y en ejecutar tareas estratégicas y de planificación. No puedes perder el tiempo con tareas rutinarias y menos importantes. Y muchísimo menos si tienes personal a tu cargo que podría hacerlo.
Si no confías en tu personal o no están preparados para hacerlo, ya sabes, ponte a solucionarlo urgentemente. Porque cada minuto que dedicas a realizar tareas rutinarias o de poca importancia, es un minuto que no estás dedicando a lo que de verdad es importante, AVANZAR.
Además, si calculas el coste económico que esto tiene para ti o para tu empresa, te darás cuenta del agujero tan grande que supone.
Ser productivo es un trabajo en sí mismo, pero es más fácil lograrlo si tienes una actitud pro-activa.
Las condiciones que te he expuesto antes, no son las únicas necesarias para lograr un nivel de productividad alto, pero sí que son quizá las más importantes. Y si te centras en ellas, podrás lograr disfrutar de muchos días de productividad perfecta.
Un saludo y hasta la próxima.