La gracia de la productividad es poder ser productivo en cualquier momento y en cualquier lugar.
Y lo ideal es que también pudieras serlo con cualquier cosa.
Pero…
Verás.
Este email lo estoy escribiendo desde la playa.
Estoy en una tumbona muy cómoda justo en la orilla del mar.
El cielo tiene ese bonito azul del verano, sin ninguna nube.
El mar está calmado y hace una agradable brisa que reduce el calor que estoy seguro que están pasando los que no están debajo de una sombrilla de paja tan grande como la que me cubre a mí.
Si miro al horizonte, simulando que pienso como lo hacen los tipos interesantes, lo único que veo es un inmenso mar con un barquito de vela a lo lejos.
Y nada me molesta.
Mi pareja, que es una fanática de tomar el sol, está a unos metros de mí, y yo tengo puestos los auriculares con cancelación de ruido que lo único que me dejan escuchar es la música de concentración que tengo puesta.
¿Te lo imaginas?
¿No te parece una situación idílica para trabajar?
Pues un carajo!!!
Si quitamos toda la parte bonita y de ensueño en la que estoy, la verdad es que incómodo es lo más suave que puedo decir de cómo me encuentro.
La pantalla del ordenador se ve muy mal.
De tanto en tanto pasa un niño corriendo y me salpica arena.
Y aunque sí estoy en una tumbona muy cómoda, la verdad es que tengo que sentarme en una postura muy rara para poder tener el ordenador en las piernas y escribir medio normal.
La conclusión es que si quieres ser productivo en la playa, pienses en otro tipo de tareas que puedas ejecutar sin problemas, porque desde luego, escribir emails no es de las que yo te recomendaría.
Y te lo digo por experiencia.
Ahora bien, si no sabes qué tipo de cosas podrías hacer que te ayudaran a adelantar trabajo en una circunstancia parecida, en los 90 minutos que dura mi consultoría te puedo dar unas cuantas ideas.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – ¡Cuánto mal han hecho las fotos de gente trabajando en la playa con un ordenador!