No sé si fue ayer o antes de ayer, que estaba viendo las noticias de la tele y dijeron algo sobre un estudio que me llamó la atención.
Y con lo que no estoy para nada de acuerdo.
Resulta que para tener éxito hay que venir de una familia bien.
Y que de cuanto más bien sea esa familia, más éxito se tendrá.
No sé si tú habrás visto la noticia.
Pero yo no paro de darle vueltas desde que la escuché.
Lo que vinieron a decir es que cuanto más acomodados económicamente estuvieran tus padres, más acomodado ibas a vivir tú.
¿Será por la herencia?
No sé.
Pero aquí la cuestión no es si tienen o no razón en el estudio.
La cuestión es que desde mi punto de vista la exposición no es correcta.
Porque tal y como dieron la noticia, cualquiera que provenga de una familia «pobre» podría pensar que para qué va a esforzarse si no va a poder pasar de conseguir malvivir con un sueldecillo.
Y los que emprendimos antes de conocer este estudio, pues ya tenemos la excusa para los fracasos.
«…es que vengo de familia pobre»
Esta noticia, tal y como la plantearon no ayuda absolutamente a nadie.
Más bien todo lo contrario.
Sin embargo, otra cosa sería que la hubieran planteado desde el punto de vista que yo creo que es el más correcto.
Como por ejemplo, que los hijos de familias acomodadas van a tener más posibilidades de éxito, pero no porque sus padres tengan sobrada solvencia.
Sino porque la cultura financiera la tienen más desarrollada, y queriendo o sin querer, se lo inculcan a la descendencia.
Igual que los hijos de padres sanos no van a ser más sanos porque sus padres hayan hecho deporte y comido sano toda su vida.
Sino porque saben comer y valoran el deporte, y es el estilo de vida que les enseñan.
Lo que se transmite no es el dinero o la salud.
Lo que se transmiten son los conocimientos.
Y si la noticia la hubieron expuesto así, quizá, sólo quizá, los padres de hoy, los que todavía tienen tiempo de «arreglarlo», podrían esforzarse por aprender a vivir de tal manera que su herencia no esté basada en el dinero, sino en los conocimientos.
Y así, en lugar de que el peso de la noticia recayese sobre los hijos que ya no pueden hacer nada, podría recaer sobre los padres que sí pueden.
Porque está claro que heredar ayuda.
Pero no garantiza nada.
Igual que…
…Comer en los mejores restaurantes no garantiza comer mejor.
…Estudiar en los mejores colegios no garantiza aprender más.
…E ir a los mejores gimnasios no garantiza que estés más en forma.
Sin embargo, que te den los conocimientos para hacerlo «bien» ya es otra historia.
Porque siempre tendrá más poder el saber cómo hacer algo, que tener el dinero para hacerlo.
Porque el dinero se acaba, pero el conocimiento se queda ahí.
Yo vengo de una familia bastante humilde, y no sé si será por eso, o porque soy ambicioso por naturaleza, pero siempre he sido un inconformista que ha querido ganar mucho dinero.
Y lo que he logrado ha sido a base de pasarme la vida estudiando, trabajando, y haciendo el prueba-error continuo.
Pero estoy casi convencido de que si a mis padres les hubieran explicado todo esto, yo podría haberme ahorrado un montón de trompazos.
Al final, con lo que yo me quedo de todo esto, es que tanto si vienes de una familia sobrada de dinero, como si tu suerte te llevó a nacer en una menos acomodada, si no te han transmitido los conocimientos, vas a tener que esforzarte tú por adquirirlos.
Y si trasladamos todo esto a tu empresa, piensa como si tú fueras el padre, y tus empleados tus hijos.
Así que transmíteles conocimientos.
Porque si tus trabajadores saben qué y cómo tienen que hacer las cosas, ellos estarán mejor, y tú no te cuento.
Y si no sabes cómo hacerlo, contrata una consultoría conmigo y te ayudo.
Disfruta del día!
Rafa Valero
P.D. – Hay veces que las estadísticas no sirven ni como curiosidad.