¿Si pudieras elegir, cuál sería esa ventaja competitiva súper potente que te gustaría que tuviera tu negocio?
Esa que te hiciera irresistible de cara a los clientes.
¿Lo has pensado alguna vez?
Porque muchas veces -la mayoría- no tenemos la que queremos, sino la que queda libre.
Y eso si es que tenemos alguna.
Que no siempre pasa.
Reflexiona.
Verás.
En una ocasión, un profesor de negocio hizo esta misma pregunta a sus alumnos.
Y poniendo como ejemplo una hamburguesería, les preguntó:
¿Si sólo pudieras tener una ventaja competitiva para tu hamburguesería, cuál sería esa que te gustaría tener y que te hiciera irresistible para los clientes?
– Juan contestó que lo que querría es tener una carne de calidad superior que sólo pudiera comprar él.
– María dijo que es con el pan mullidito y horneado al día con lo que conseguiría la ventaja.
– Lucía comentó que lo ideal sería una salsa secreta que reforzara el sabor del conjunto.
– Carlos dijo que la mayor ventaja sería tener el local en la mejor ubicación posible.
Y por supuesto, alguno también hizo referencia a los precios más bajos.
A esto, el profesor les dijo que todo eso estaba muy bien. Que todas esas ventajas podrían marcar la diferencia y atraer muchos clientes.
Pero a continuación dijo:
¿Sabéis cuál es la que querría tener yo?
Una multitud de personas hambrientas.
Al final, da igual que tengas 1, 2 o 25 ventajas competitivas, porque la única buena, la que va a hacer que los clientes te quieran comprar de verdad, es que lo que vendes lo necesiten de verdad.
Y si lo que tú vendes es comida, y lo que tienes alrededor es gente con hambre, da igual si la carne es de calidad superior, si el pan es la bomba, o si estás en el lado bueno de la calle.
Porque los clientes te van a comprar.
A partir de ahí, ya podemos darle vueltas a cómo vender más que la competencia.
Porque si tu mercado está hambriento seguro que tienes competencia.
Pero la respuesta te la dará el descubrir qué quieren de verdad los clientes. Qué necesitan.
Porque estarás conmigo en que McDonald’s no tiene ni de lejos las mejores hamburguesas, ¿verdad?.
Venga, piensa a ver qué necesitan tus clientes por encima de todas las cosas en relación a lo que tú vendes.
Y empieza a hacer los cambios necesarios.
Y si ves que te cuesta definirlo y necesitas que te ayude a hacerlo, contrata mi servicio de consultoría y lo trabajamos juntos.
Disfruta del día!
Rafa Valero
PD – Cuando tengo hambre y sólo tengo delante un McDonald’s, como ahí aunque no me gusten sus hamburguesas.
PD2 – Cuando tengo hambre y tengo un McDonald’s y un Burger King delante, elijo el segundo.
Sus locales son más cutres que los de McDonald’s, y el servicio también es peor, pero aún así no dudo. ¿Por qué?
PD3 – Cuando tengo hambre y tengo un Burger King y un restaurante de mantel delante, elijo según las circunstancias:
Si voy sólo o tengo prisa, elijo el primero.
Si voy con mi pareja o con un cliente, elijo el segundo.